ALCOHOLISMO
Enfermedades Producidas por el Alcoholismo
Alcoholismo y Cefaleas
Es el nombre técnico del dolor de cabeza. Los hay de tantos tipos y tantas pueden ser las causas, que podría escribirse un complejo tratado sobre estos dolores que, en principio, hay que distinguir de la migraña o jaqueca.
En cuanto a las causas, cualquier pretexto parece suficiente para desencadenar el dolor, aunque en realidad el origen hay que buscarlo casi siempre en una dilatación de las arterias y vasos de la “duramadre”, una de las capas que recubren nuestro cerebro. Eso explica una de las manifestaciones más comunes de las cefaleas; su carácter pulsátil, es decir, una sucesión de “latidos” que a veces nos dan la impresión de ser auténticos martillazos. Parece que el corazón se ha trasladado al cerebro. No olvidemos que la tensión repercute negativamente en la circulación sanguínea.
Y aunque parezca una paradoja, a veces el dolor de cabeza surge precisamente cuando más relajados estamos o deseamos estarlo. Lo que ocurre es que la tensión acumulada ha esperado al momento de sosiego para pasarnos la factura. Deben englobarse en estas cefaleas de tipo vascular las que se producen como reflejo de situaciones que perturban, en definitiva, la normalidad circulatoria, como es el caso de la hipertensión o la abundante presencia de toxinas en la sangre(café, tabaco, alcohol, son sustancias que tomadas en dosis elevadas “inundan” la sangre de elementos tóxicos).
A parte de las toxinas, el alcohol en si mismo es un factor desencadenante. Hay bebidas alcohólicas que tienen mayor poder que otras para desatar el dolor de cabeza. Se ha comprobado, por ejemplo, que los vinos o licores con mayor contenido en “histamina” producen fácilmente jaquecas.